Mario Segovia, preso por el contrabando de efedrina, se ofreció a declarar como testigo en las causas que investiga la jueza Servini. Puede señalar a Aníbal Fernández.
No sólo es importante en la causa, Ibar Pérez Corradi, el traficante de efedrina capturado y extraditado desde Paraguay después de cuatro años prófugo y señalado como autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez.
Apareció otro protagonista de ese formidable negocio ilegal retornó al centro de la escena: Mario Segovia, apodado en las crónicas policiales como “el rey de la efedrina” y condenado a 14 años de prisión en 2012 por contrabando de esa droga.
El miércoles declaró en secreto en el juzgado de María Servini, para explicar por qué cree que puede colaborar con las investigaciones sobre el tráfico de efedrina y su vinculación con la política. Según supo Clarín, ya aportó los primeros datos concretos para que la jueza los compruebe, y prometió desgranar más revelaciones que podrían conducir con pocos rodeos hasta el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández.